"Crossing the dust" por David López

Publicado: 15/06/2007

Grata sorpresa de la mano de “Crossing the dust”, film dirigido por el kurdo-iraquí Shawkat Amin Korki, y que como “Hamaca paraguaya” aporta su visión personal a la tragedia del conflicto bélico pero con medios y puntos de vista distintos.

Para empezar, esta película parte de un acontecimiento de rabiosa actualidad (la invasión estadounidense de Irak en 2003), por lo que en este punto de la historia protagonizado por los medios de masas nadie puede sentirse indiferente hacia una realidad que todos conocemos y hemos seguido a diario, pues su terrible sombra aún se extiende.

Pero a diferencia de otros títulos recientes, Kordi no pretende relatarnos los pormenores de la vergonzosa intervención militar de “la tierra de la libertad” en un estado soberano ni criminalizar sin más al régimen del dictador iraquí. Lo más importante es retratar las sinrazones de la ira y la venganza de una humanidad que precisamente parece perder sus caracteres propiamente “humanos”.

El film, que comienza con la caída de Bagdad tras la entrada de las tropas norteamericanas en la capital iraquí, nos aproxima a la mirada de dos soldados kurdos en misión en pleno desierto. Después del encuentro en su camino con un niño iraquí al que sus padres llamaron Saddam para poder cobrar una recompensa que ofrecía el régimen por ello, la actitud de estos dos hombres en esta situación representará las caras de la moneda de la postguerra: el odio y el resentimiento frente a la solidaridad y el perdón. Los tres recorrerán una desértica y devastada región en la que ya se puede entrever que el conflicto no ha hecho más que empezar.

Esta road movie de intención neorrealista sorprende por su decencia, contención y precisión para narrar la pequeña odisea de tres personajes acorralados en un país convertido en una bomba de relojería. Aunque el metraje se halla trufado de flashbacks inoportunos y su final, tan previsible como inevitable, rompe con el equilibrio del film, en general resulta estimable a la par que ágil y entretenido., dejando todo el peso en una moraleja esperanzada sobre la reconciliación de una nación herida. Interesante.